Der Wind kommt

 Meditaciones en movimiento para Casa Agora y sus habitantes, pasados y a venir. 

Tiena Xu, Teseguite avril 2024




Der Wind kommt, wenn ich an dich denke

Gerade verpasste ich den starken Regen,
den unerreichbaren Sommer

Bist du das, die vorbeiziehenden Wolken,
immer wieder?

Wie sehr wünschte ich, der Wind, der
an dir vorbeikommt zu sein

Kann nicht Wiederstehen, in deine Augen
zurückzufallen

Warum kann ich den unvermeidbaren, 
unüberwindbaren Sommer 
nicht umgehen?

Manche Ferne, lässt den Wind anstelle
von uns ankommen

Das ungesagte, mutlose Wort,
hoffentlich hat es jemand gehört






um sich .. wie Gärten zu erheben. *


En el restaurante Schöngrün, Monument im Fruchtland, Berna estuvimos encontrandonos para celebración ritual de despedida, estar juntos pensando en nuestra hija, hermana, cuñada, tía, prima, sobrina, amiga, maestra terapeuta y artista Conejera de honor, Catherine Germanier (1960-2023)


Hamburg 1989, foto Pascale Grau


Con:  

 

Susanne Loosli https://www.begleitart.ch , moderación


Bächli Terzett  

Araxi Karnusian https://araxikarnusian.ch  clarinete, 

Christoph Rechsteiner https://www.atelierlorraine.ch/de/index.php violín, 

& Regula Gerber https://www.klangkeller-bern.ch  contrabajo

toca trios de J.S. Bach


Patrick Germanier lee propios recuerdos

Joelle Valterio http://unwrapthepresent.blogspot.com , recita poemas de S. Corinna Bille


Regula https://regulasing.com/  con todos, meditación sonora improvisada 


Concepto, decoración floral: Simone y Patrick







Das ist der Sinn von allem, 

was einst war,

dass es nicht bleibt,

mit seiner ganzen Schwere,

dass es zu unserem Wesen 

wiederkehre, in uns verwoben,

tief und wunderbar.


Vergangenheiten sind 

dir eingepflanzt,

um sich aus dir,

wie Gärten zu erheben.


R.M. Rilke


*poema seleccionado por Catherine


Performing reception



 This body here, in the house and landscape built, which it can inhabit and share, and the history of its making, transcends aspects of life and art work, with the perception from outside making it tangible.

Recording bits of history, poetry and shapes of reality into various acts




Este cuerpo aquí, en la casa y el paisaje construido, que puede habitar y compartir, y la historia de su creación, trasciende aspectos de la vida y la obra de arte, con la percepción desde el exterior haciéndolo tangible.


Grabando fragmentos de historia, poesía y formas de realidad en varios actos



 









with Bruno Atkinson, Emily Reed, Guaya Milán, Onofre Montenegro, Patrick Germanier, Emeline Beroud

and Salvador Hernández López, Laura Rivero González, Blanca Martín Secades, Katya Croddy, Katie Friedli Walton, Lucrecia Reisova, Jigyasa Anand, René Germanier, Simone Rüssli, Mencey Peña, El Pato Martin, Al & others



‘In dreaming, / The clouds methought would open, and show riches / Ready to drop upon me; that, when I waked, / I cried to dream again.’


Caliban, The Tempest







                                                           Dancing with the Aloes

Provisorische Quellen


 

Simone Rüssli bewegt sich mit den Mitteln des künstlerischen Ausdrucks durch die Herausforderungen unseres zeitgenössischen Lebens, um als Medium die wahrgenommenen Fragestellungen zu transformieren. Dabei geht es ihr darum, ihre Interaktionen in diesen Lebensfluss zurückzuspeisen, d.h. als Beiträge zur gesellschaftlichen Kommunikation verfügbar zu machen. Die Sorgfalt des Umgangs mit der eigenen Handlung und deren Auswirkungen in einem sozioökologischen Sinne sind dabei zentral. Deshalb ist auch der Übergang von der kleinsten alltäglichen Geste bis hin zum breiten offenen Denken fliessend. Die Auseinandersetzung mit der Spur, dem Erzeugen von Produkt und Abfall innerhalb einer Konsumkultur ist ebenso wichtig wie die Schaffung und Pflege einer eigenen Bildwelt. Aus dieser erst eigenen Welt ist es möglich, skizzenhaft Material, auch als Raum und Zeit, wie Objekt, Video und Performance, zur Verfügung zu stellen, welche Weiterführungen von Dialog erlauben können. Eine Leichtigkeit der künstlerischen Manifestationen ist logische Folge dieser Haltung und führt die Suche nach gegenwärtiger Transzendenz fort.                               



With the means of artistic expression, Simone moves through the challenges of our contemporary life as a medium, in order to transform the perceived questions. Her aim is to feed her interactions back into this flow of life. That means to make them available as contributions to further perception. There, the care taken in dealing with one's own actions and their effects in a socio-ecological sense are central. That is why the transition from the smallest everyday gesture to a broad thinking is fluid. Dealing with the trace, the creation of product and waste within a consumer culture is just as important as creating and maintaining an imagery of her own. From this first own world it is possible to provide sketchy material, also in the form of space and time, which can allow the continuation of dialogue. The lightness of artistic manifestations are the logical consequences of this attitude and continue the search for contemporary transcendence. 


Patrick Germanier 2022



















La Bajada


Intervención en el trato de constantes de la observación cotidiana en condiciones atmosféricas cambiantes, proyección, memoria y  (auto-)comunicación visual


Entre diciembre de 2021 y febrero de 2022, realizamos este evento al aire libre varias veces para público invitado.


Moderación: Simone Rüssli

Grabación audiovisual: Bruno Atkinson

Concepto y performance: Patrick Germanier


Cada obra construye su propio tiempo en relación directa con su espacio y, por lo tanto, con otros tiempos; pero solo puede tener éxito en esa labor al tener en cuenta por adelantado las condiciones espacio-temporales caracteristicas -la dialectica de la atención y la distracción- de su recepción predominante. En un sentido profundo, la obra de arte siempre es «contextual», e incorpora necesaria­mente parte del sentido proyectado por sus condiciones de recepción en el interior de la lógica de su propia producción.


Es por medio de las articulaciones espaciales de las relaciones temporales como el tiempo llega a socializarse. La dialéctica temporal de la recepción distraída, en cuyo interior intervienen el cine de artista y el video-arte, es una dialéctica socio-espacial además de psicológica.


Peter Osborne, Distracted reception: time, art, and technology. 2004





Outside the Black Hole (Management report from an apparent horizon)








In 2021, we finished the editing work on this extra issue for Cuadernos Artisticos Al-Harafish, ediciones limitadas.                                                    

Though started before, the handling of main assemblage during the COVID-19 pandemic is reflected in various inherent themes and situations of its outcomes. 


With our previously realized numbers #32 Terra Nullius and #33 Paso por la Isla, Outside the Black Hole completes a personal trilogy.  See an overview here.




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Creo que una de las preguntas que nos tocan profundamente es cómo esos otros futuros posibles pueden ser vislumbrados en el presente, y de qué maneras la práctica artística puede permitirnos crear, aunque sea temporalmente, el tipo de comunidades a las que queremos pertenecer. Comunidades en las que el tiempo no equivale al dinero y las cosas no se hacen por motivos claros. Donde hay duda e inseguridad, pero también confianza y libertad. Donde hay prueba, ensayo y error, soledad, amistad y amor. Donde se aprende de los sentidos, del aire, el agua y las plantas. Donde de escucha al cuerpo, se sigue a los animales, se admira a las piedras. En ellas se aprecia el cariño puesto en cada gesto, cada trazo, cada palabra, pero también las pausas y las diferencias. Pueden ser un destello de algo en potencia o algo tangible que aparece y perdura. Tomen la forme que tomen, nos confirman una y otra vez que es en colectividad que logramos concretar las tareas más arduas, celebrar de formas inolvidables, cuestionar de manera potente, sanar más profundamente.  

Esta pandemia nos hace reflexionar sobre qué implica ser y hacer comunidad en la actualidad, nos hace tomar consciencia sobre nuestras elecciones al formar un hogar, vincularnos con un territorio, emprender o mantener un proyecto. Nos hace preguntarnos a quién queremos cuidar y quién queremos que nos cuide, pero, sobre todo: ¿cómo llegar y estar cerca a quienes nos importan, a la distancia?

Mientras mucha gente se volvía experta en ordenar productos vía online para sobrellevar los encierros e incertidumbres, yo recibí una caja verde con un sello de dos siluetas acercándose. Desde la isla de Lanzarote alguien me mandó un abrazo disfrazado de arte. 

Mientras me pregunto qué arte tiene sentido hacer hoy, y si tenemos el coraje y la humildad suficiente para entregarnos a ello, la caja me mira comprensiva desde el estante. Me recuerda que no hay apuro ni motivos para la angustia. Si la abro puedo perderme en ella, mirar fotos de mares lejanos, tocar la suave lana marrón, sopesar una pieza de arcilla, confundirme nuevamente entre los pliegues del papel que envuelve cada tesoro. 

Tesoros sobre islas, enviados desde una isla, en tiempos de aislamiento. Tesoros dentro de una caja que nos da pistas sobre infinitas maneras de crear conexiones. Y que nos anima a imaginar cómo hacer de cada gesto artístico hoy, un abrazo para quien pueda necesitarlo.


Gracias de nuevo, y ¡hasta la próxima! 


e.



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I think one of the questions that deeply impacts us is how these other possible futures can be glimpsed in the present and how artistic practice can allow us to create, even temporarily, the types of communities to which we like to belong. Communities where time is not money and things are not done for clear reasons. Where there are doubt and uncertainty, but also trust and freedom. Where there is test, trial and error, solitude, friendship and love. Where you learn from the senses, from air, water and plants. Where you listen to your body, follow the animals, admire the stones. In them you can appreciate the love that exists in each gesture, in each stroke, in each word, but also the pauses and differences. They can be a flash of something potential or something tangible that appears and lasts. Whatever form they may take, they confirm to us time and time again that it is collectively that we manage to accomplish the most arduous tasks, celebrate in unforgettable ways, question powerfully, and heal more deeply.  

This pandemic makes us reflect on what it means to be and make a community today, it makes us aware of our choices when forming a home, connecting with a territory, undertaking or maintaining a project. It makes us wonder who we want to take care of and who we want to take care of us, but, above all: how to reach and be close to those we care about, from a distance?

While many people became experts at ordering products online to cope with the lockdowns and uncertainties, I received a green box with a stamp of two silhouettes approaching each other. From the island of Lanzarote someone sent me a hug disguised as art. 

While I wonder what art makes sense making today, and if we have enough courage and humility to give ourselves to it, the box looks at me sympathetically from the shelf. It reminds me that there is no rush and no reason for anxiety. If I open it I can get lost in it, look at photos of distant seas, touch the soft brown wool, weigh a piece of clay, get confused again among the folds of the paper that wraps each treasure. 

Treasures about islands, sent from an island, in times of isolation. Treasures inside a box that gives us clues to infinite ways to create connections. And it encourages us to imagine how to make each artistic gesture today a hug for those who may need it.


Thanks again, and until next time! 


e.


Eliana Otta, 2021








Launch celebration at Chaos Space, Berne




Some more handing over, with:



Grego Matos



                                                                                                                    Mimi Kueh



Marie-Cécile Reber



Monika Kästli



Mohomodou Houssouba, for Mohamed Aziz Haïdara, Gao



Angeles Gil



Fabio Manosalva



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Presentation at Kulturmuseum Berne, home and away version









Escribiendo un Cuerpo, clausura


   ____Líneas Mundo___     
    Reflejos x Realidad

10 de enero 2020







Evento para finalizar la exposición Escribiendo un Cuerpo, y celebrando diez años del grupo de arte en acción Las Conejeras en Lanzarote.

Dentro de su entorno, el patrón imminente en los dibujos en tinta de Patrick Germanier se pone en movimiento discursivo a través de la interacción con el arte sonoro y la percepción visual de temáticas relevantes para una investigación de permacultura poética.  Se interpreta el tejido dibujado como partitura que conduce a crear multiples contrapuntos entre lenguajes artísticos.

Para la occasion, la pieza  Una vuelta desde Casa fue creada desde el concepto y las imágenes de Patrick Germanier, con interpretación y montaje por Onofre Montenegro, Guaya Milán & Gnomodas.

Acto audiovisual con:

 m2R; Manolo Rodríguez, Tenerife. Live coding, improvisación sonora.
Patrick Germanier, Lanzarote. Grabación de campo, visuales.


Once años después de su fundación por Katrin Grögel, Simone Rüssli, Andrea Saemann y Patrick Germanier, la agrupación abierta de arte en acción Las Conejeras todavía es activa en composiciones cambiantes. En 2011, el primer festival de Arte performativa Lo que lleva el viento fue realizado en El Barrio de Argana Baja, Arrecife. Dentro del evento de dos días la muestra de vídeos La movilidad y sus sitios fue  programado por Katrin Grögel. Ahora, durante el día final de la exposición una pequeña selección de videos de este proceso -junto con otras creaciones de videoarte- se presenta, programado por Patrick Germanier.

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Derrocada ya la teoría de “la navaja de Ockham”, la fractalidad se ha convertido en el nuevo idioma que puede explicar el binomio simplicidad- complejidad de la naturaleza. Benoit Mandelbrot nos decía que “Las nubes no son esferas, las
montañas no son conos, las costas no son círculos, y las cortezas de los árboles no son lisas, ni los relámpagos viajan en una línea recta” y bajo este precepto Patrick Germanier, nos muestra su trabajo “Escribiendo un cuerpo” . Es obra la podríamos interpretar como una revisión de la visión fractal de su pensamiento, de su manera de mostrar al mundo qué es un cuerpo, qué es la naturaleza y que la simplicidad nos puede llevar a entornos complejísimos y altamente sugerentes.

Mi propuesta como artista sonoro irá precisamente en esa dirección, en mostrar “granos” de una realidad acústica para disfrutar de un todo, compuesto por el complejo proceso donde esos granos se auto replican como células y crean formas tan diversas como la naturaleza ofrece. El uso de la síntesis digital y la tecnología me permitirá adentrarme en el ámbito fractal, a través de la síntesis granular y otros procesos y poder fundir desde un punto de vista casi sinestésico, el arte visual y el sonoro.

Manolo Rodríguez. 2019


Manolo Rodríguez (1969) reside en su ciudad natal, Tenerife. Activo improvisador y compositor con formaciones que incluyen bailarines, músicos acústicos, electro-acústicos o electrónicos, se enfoca actualmente en la síntesis digital a través de entornos de programación. Ha creado su propio instrumento dentro del entorno de programación Max/msp. 


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Nota de prensa

Patrick Germanier clausurará la exposición Escribiendo un Cuerpo en la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz en Arrecife

El artista, además, celebrará la primera década del grupo de arte en acción al que pertenece denominado Las Conejeras en Lanzarote

Arrecife, 9 de enero de 2020

La Casa de la Cultura acogerá mañana, a partir de las 20.00, el acto de clausura de la exposición Escribiendo un Cuerpo desempeñada por Patrick Germanier. También le acompañará Manolo Rodríguez, ya que ambos protagonizarán un evento audiovisual  denominado Líneas Mundo/ Reflejos x Realidad. También, desde las 10.00, se conmemorará la primera década del grupo de arte en acción Las Conejeras en Lanzarote con la proyección.

El concejal de Cultura socialista, Alfredo Mendoza, destacó la importancia de dar espacio a todos los artistas. “Es fundamental que todos los artistas puedan deleitarnos con su forma de ver el mundo porque con eventos como este, en un lugar tan acogedor, conseguimos enriquecer la cultura”.

Los lanzaroteños han podido disfrutar de esta muestra desde el pasado 27 de septiembre. El objetivo en cada una de sus obras es mostrar al mundo que las cosas no son como parecen y que cada persona puede interpretarlo de diferente forma. Mañana llegará a su fin y lo hará con un acto audiovisual junto con Manolo Rodríguez. Este artista sonoro reside en Tenerife. Es un activo improvisador y compositor con formaciones que incluyen bailarines, artistas visuales etc… Además, actualmente se enfoca en la síntesis digital a través de entornos de programación.

Aniversario.- Mañana, a partir de las 10.00,  se llevará a cabo un acto que rendirá homenaje al grupo de arte en acción Las Conejeras en Lanzarote, fundado por Patrick Germanier, Katrin Grögel, Simone Rüssli y Andrea Saemann. Esta agrupación de carácter abierta es activa en formaciones cambiantes. En 2011, el barrio de Argana Baja celebró el primer festival de Arte perfomativa “Lo que lleva el viento”. En la clausura se proyectarán algunos de los vídeos más destacados de varios artistas internacionales. Los interesados podrán disfrutar de esta recopilación en horario de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00.


Luis Rosales

Excmo. Ayuntamiento de Arrecife
Avda. Vargas, 1
35500 ARRECIFE, LANZAROTE    

















Elementos para la actuación en directo




Ensayo para la inauguración de la exposición Escribiendo un Cuerpo 
Por Elena Solis, miembro de Ecologistas en Acción, Madrid


1-No creo que sea una exageración decir que nunca tantos aspectos cruciales de la vida fallaron al mismo tiempo,  ni que el  futuro pudiera presentarse tan incierto.

De hecho, en las calles de Arrecife,  hoy, miles de personas se han manifestado a favor de un mundo ambiental y socialmente mas justo. 

Ante este escenario de crisis ecológica y social, es necesario construir una voluntad colectiva para intentar abordar los problemas que nos acosan. Para ello, necesitamos una radical transformación de las relaciones entre nosotros, los individuos que formamos esta sociedad. 

Digo radical, lo que no es lo mismo que extremista. Radical significa ir a la raiz del problema. En este caso, significa entender porque las relaciones humanas están empezando a fallar y proponer nuevas formas de reconectar para poder sobrevivir la crisis contemporánea. 

Y es asi, reflexionando sobre todo esto, me cruce con el camino de Patrick

2-Echando un primer vistazo a su trabajo este parece estar lleno de ecos visuales con cadencia mecánica e ilimitada. Tiene un aire impersonal, frio, como ajeno al desorden de la existencia humana. 
Sus cuadros resultarían  perfectos para decorar el piso de lujo de alguien con un cerebro y un alma cuadriculada.

Y sin embargo, sabemos que estos laboriosas dibujos están hechos a mano, con tinta y papel. Creo que esta tensión, esta contradicción, entre la apariencia material del producto acabado y el esfuerzo humano que hay detrás tiene que ser un gesto intencionado; un intento de decirnos que la apariencia de las cosas es a menudo engañosa; que lo que es realmente importante, es a menudo casi imperceptible. 
Me pregunto si este es el mensaje de Patrick cuando describe sus dibujos como paisajes invisibles.

Por lo tanto, si volvemos de nuevo la mirada a su trabajo, puede que este adquiere una densidad diferente, incluso densidades múltiples. 

3-Vemos que sus cuadros están poblados de céldas que se reproducen, no de una forma lineal, sino múltiple y aleatoria. Las mayas que se forman cubriendo toda la superficie del papel, parecen proyectar mapas topográficos, pero no tal y como los conocemos. Mas bien, parecen diagramas de algún tipo de  interdependencia intrinsica entre los elementos que forman las retículas. Cada uno de estos  parece tener valor en la medida que está relacionado con los demás.

Ademas, vemos que en esas rejillas no hay un centro, ni hay puntos aislados que resalten mas que otros. Parece que lo importante sea la totalidad,  formado por las conexiones multiples que se reproducen sin limite pero que nunca se separan. 

Estas múltiples conexiones me hacen pensar en sistemas dinámicos; en ecosistemas de seres sintientes o no sintientes, que se nutren y se protegen  recíprocamente, como la red de rizomas que conectan los arboles en el subsuelo del sotobosque. 

Y es que, como los paisajes invisibles de Patrick, esa  interdependencia relacional universal de todo lo existente (lo humano y lo no humano), no es fácil de percibir y tener presente. 

4- Si nos centramos por un momento en las relaciones humanas, estos modelos graficos son para mi una metáfora de la  posibilidad de una existencia humana interdependiente y no jerarquizada; de tejidos sociales y comunitarios en construcción. Reconocer esa interdependencia relacional e impulsar diversos espacios comunitarios de base en nuestra sociedad  puede suponer la solución a la desintegración de nuestra sociedad, debido en su gran parte a la prevalencia del interés individual sobre el de la comunidad. 

La ultima consecuencia de esta lectura del contenido de estos cuadros es que transmite que otro mundo es posible. 

5-Y entonces, podríamos deducir de esto que el trabajo de Patrick es una mera utopia, una idealizacion de algo inalcanzable?

No se trata de reconstruir una supuesta sociedad en harmonía consigo misma y con el medio natural que la rodea, porque entre otras cosas, nuestro entorno ha sido perturbado para siempre. 

La cuestión que creo es importante es si  seremos  capaces de vivir en las ruinas de este mundo que hemos creado en los últimos 80 anos. Patrick nos propone que si es posible sobrevivir en este nuevo mundo imperfecto. 

Sus topografias imaginarias e intangibles  nos sugieren formas alternativas de cómo habitar ese mundo dañado, es decir, a través de re-conectar con los demás, con nuestro medio natural y vivir colaborativamente.

Pero como muestran sus dibujos, nuestra supervivencia dependerá en gran parte  de nuestra capacidad de adaptabilidad y habilidad de trabajar juntos

De la misma forma que esos elementos se deforman, se pliegan y amontonan, se expanden y contraen (pero nunca se rompen), en adaptación  y respuesta a cambios impredecibles y extremos, nosotros debemos demostrar  firmeza  en esa flexibilidad máxima,  en esta época de la gran prueba.

Tenemos, por lo tanto, que dejar de lado el nacionalismo y el localismo, los resentimientos de clase o raciales. Tenemos que hacer sacrificios por las lejanas naciones amenazadas y las distantes generaciones futuras.

Para aquellos que les chirrie este catastrofismo, pensemos en el presente.  No os resulta cada vez mas difícil intercambiar ideas y sentimientos con los demas? No experimentais a menudo un profundo aislamiento que no puede ser fácilmente aliviado? Que sentis cuando veis por los campos abandonados de Lanzarote?
Nos debemos preguntar si hemos perdido el sentido de lo colectivo, de la  solidaridad y la reciprocidad; de lo que representan los bienes comunes y el cuidado por hacer bien las cosas, de sanar la tierra.
   
Por ultimo quería hablar un momento del carácter laborioso, impensablemente agotador, del dibujo de Patrick. Para mi este encarna el valor absoluto del trabajo y el esfuerzo humano (infravalorado y explotado) , rechazando la ganancia sin esfuerzo, el pelotazo, la especulación.

Quienes conocemos un poco a Patríck, vemos en ese conjunto de puntos, líneas y células, pacientemente trazadas, algo mas intrinsico, mas personal: el tejido lento e invisible de un proyecto de vida. Como si su propia existencia estuviera reflejada en la superficie del papel: su decisión de afincarse en Lanzarote con su familia, de reconstruir una casa tradicional de labranza; de nutrir una y administrar sabiamente el agua; de cuidar de los polinizadores y ser amable con los vecinos.

Esta forma de vida  constituye a mi entender un paradigma esencial a seguir si queremos afrontar esta profunda crisis contemporanea. 






Notas sobre la exposición “Escribir un cuerpo”, de Patrick Germanier


Por Roberto García de Mesa



Conocí al artista Patrick Germanier, que vive entre Suiza y Lanzarote, porque llegó a coordinar dos números de la revista-objeto “Al-harafish”: el 32 titulado “Terra Nullius” y el 33, “Paso por la isla”. Yo preparaba una exposición panorámica sobre la historia de dicha revista, que llevé a cabo en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife, en 2018, y a partir de ahí surgió una buena amistad. Patrick es un creador que mezcla muy diversas disciplinas en sus propuestas artísticas. En su trayectoria puede verse que intenta aunar los principios que mueven su existencia con su forma de actuar. En este sentido, es un ecologista convencido, un admirador de la naturaleza y un observador incansable de las arquitecturas y los detalles de la isla. La convivencia entre el ser humano y el territorio resulta primordial para él, esto es, ¿cómo desarrollar dicha convivencia sin dañar el espacio originario? Pregunta que también se planteó en su momento, en Lanzarote, el célebre artista César Manrique, cuya obra Germanier conoce en profundidad. 
En los citados números 32 y 33 de “Al-harafish”, coordinados por él, transitaba una especie de pensamiento “homo viator” que descubría la isla y que la sentía “de nadie”, al estilo de los exploradores europeos que lo precedieron siglos atrás, hasta descubrir poco a poco la invasión de la depredación humana. En su exposición individual “Escribir un cuerpo”, ubicada en la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz, en Arrecife de Lanzarote, entre el 27 de septiembre y el 30 de diciembre de 2019, Patrick vuelve a barajar la idea de comenzar un proceso iniciático, pero también un proceso de observación microscópica de la naturaleza. Su búsqueda está desprovista de la épica de los antiguos, puesto que desea llegar a la isla desde otra perspectiva. Su observación ha sido hasta aquí la de un viajero que se instala en un espacio rodeado de agua por todas partes, y que intenta integrarse en el lugar con sumo cuidado. Observa el entorno, recrea su hábitat con gran delicadeza y participa en las actividades culturales y ecologistas que se desarrollan en Lanzarote. “Escribir un cuerpo” es un paso más en esta evolución. Si bien le ha interesado siempre una perspectiva macroecológica, ahora su atención se fija en el detalle de lo micro, de lo mínimo, de lo más esencial: la forma de la piel desde un punto de vista microscópico. 
Su obra, en general, no se encuentra muy lejos de una perspectiva ecocrítica, pero no solo desde el ensayo, desde la teoría, sino también desde el punto de vista de la creación. Ambos pilares, teoría y práctica, para Patrick van de la mano siempre, no hay que olvidar que es un comprometido activista. 
Un ser humano necesita del espacio para definirse. Sus acciones dependen de los otros, pero también de los lugares que habita. En este sentido, comprender el territorio significa estudiarlo desde lo mínimo, desde su simplicidad más absoluta, desde su esquema. De ahí que el cuerpo que escribe Patrick sea un ente fragmentario y abstracto, meticulosamente elaborado que, en ocasiones, recuerda en cierto modo a imágenes fractales. Sus límites, los de los diferentes soportes que utiliza, parecen constituir fronteras provisionales, con una tendencia a expandirse hacia dentro o en diversas direcciones. Con ello se traslada la sensación de que estamos ante un organismo vivo: la piel de un ser, la piel del mundo, la piel del universo o la piel de un dios. Germanier teje redes visuales que sugieren la interconectividad de todos los seres vivos, la conexión entre diversas naturalezas en apariencia, pero que forman en realidad la misma piel, el mismo cuerpo: el cuerpo del mundo. En este sentido, aquel “homo viator”, del que hablaba antes, parece haberse detenido a contemplar el misterio, ya no mira como un extranjero que se sorprende ante las reacciones humanas, ante el azar, ante las formas caprichosas del nuevo paisaje. Desea amplificar el sentido de unidad, de red perpetua, de conexiones sin fin en la materia. Su interés por los detalles y por las casualidades del territorio, sus percepciones del yo y de los otros tienden a fundirse en un único lenguaje, el de la arquitectura natural. Con ello, quizá lo que nos intente transmitir Germanier, con esta última exposición, sea que, en su esencia, todo está compuesto de la misma forma, y que dañar un territorio supone dañar también a nuestro propio cuerpo, a la concepción física y filosófica de toda identidad viva.   

                                                              

                           Notes about the exhibition “Writing a Body” 
                                                                                                                                                                                                       By                                                                                                                                               Roberto García de Mesa



I knew the artist Patrick Germanier, who lives between Switzerland and Lanzarote, because he got to commission two editions of the artist book- object “Al-harafish”:
Number 32 titled “Terra Nullius”, and number 33, “Paso por la Isla”. I was preparing an exhibition about the history of this serie, which I realized at the Circulo de Bellas Artes de Tenerife, in 2018, from where started a good friendship. Patrick is a creator who mixes very varied disciplines in his artistic proposals. In his trajectory it can be seen that he intends to unite the principles that move his existence with his way of acting. In this sense, he is a convinced ecologist, an admirer of nature and a tireless observer of the architectures and the details of the island. The cohabitation between the human being and the territory results essential for him, that is: How to develop without damaging the primal space? Question that also asked himself in his time, in Lanzarote, the famous artist César Manrique, who’s work Germanier is profoundly familiar with. 
In the quoted numbers 32 and 33 of “Al-harafish”, coordinated by him, there was a certain thinking of a “homo viator”, who discovered the island and felt it as “no one’s”, in the style of the European explorers who preceded him centuries ago, until discovering little by little the invasion of the human predation. In his individual exhibition “Writing a Body”, located at the Casa de la Cultura Agustín de la Hoz, in Arrecife between September 27th and December 30th 2019, Patrick returns to shuffle the idea of starting an initial process, but also a process of microscopic observation  of nature. His search is stripped of the epic of the ancient, assumed that he wants to get to the island from another perspective. His observation has been until now that of of a voyager who settles in a space surrounded by water all over, and who tries to adapt on site with due caution. He observes the surroundings, recreates his habitat with great refinement and participates in cultural and ecologist activities that are being developed in Lanzarote. “Escribir un Cuerpo/Writing a Body” is a further step in this evolution. If for certain he was always interested in a macroecologic perspective, now his attention is directed in the detail of the micro, of the minimal, of the most essential: the shape of the skin from a microscopic point of view.
His work, in general, isn’t situated far away from a ecocritical perspective, but not only from the essay, from theory, but also from the point of view of creation. Both pillars, theory and practice, for Patrick go hand in hand always, not to forget that he’s a committed activist.

A human being needs space to define himself. His action depends on others, but also of the places he lives in. In this sense, to understand territory means to study it from the minimum, from its most absolute simplicity, from its scheme. So that the body which Patrick is writing might be a fragmentary and and abstract entity,  meticulously elaborated, which at moments  somehow reminds fractal images. Its limitations, the ones of the different mediums he uses, seem to constitute provisional borders, with a tendency to expand inwards or in various directions. With it  the sensation  is relocated that we are in front of a living organism: The skin of a being, the skin of the world, the skin of universe or the skin of a god. Germanier is weaving visual nets that suggest the interconnectivity of all living beings, the connection between diverse natures in appearance, but who in reality are forming  the same skin, the same body: the body of Earth. In this sense, this “homo viator”, of whom I spoke before, seems to have stopped to contemplate the mystery, by now not watching like a stranger who wonders at the human reactions, in front of hazard, in front of the capricious forms of the new landscape. He longs for amplifying the sense of unity, of perpetual net, of endless  connections in the realm. His interest for the details and for the serendipity of the territory, his perceptions of the I and of the others tends to melt into a unique language, the one of natural architecture. With it, possibly what Germanier intends to transmit us, with this last exhibition, might be that in its essence, all is composed by the same form, and that damaging a territory means as well damaging our own body, the physical and philosophical conception of all living identity.